equipo, ingeniera de datos

Por Tatiana Molinari, ingeniera de datos.

Si tuviera que identificar cuándo comenzó el camino para convertirme en ingeniera de datos y, más tarde, liderar equipos de trabajo de automatización de datos, a primera vista me remontaría a unos años atrás. 

Al momento específico en el que, luego de trabajar en la extracción de datos durante un tiempo, comencé a tener una visión más amplia de los problemas que buscábamos resolver, de la importancia de cada dato y de lo que éstos podían significar.

Pero lo cierto es que mi comienzo en el mundo de los datos fue mucho antes. Quizás, cuando elegí estudiar Programación o cuando tomé mi primera materia en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ).

Cuando tenía 17 años -como nos pasa a la mayoría- no estaba segura de qué quería estudiar. Tener un padrino que trabajaba en IT, y al que admiraba mucho (y lo sigo haciendo); conocer las buenas oportunidades laborales que ya había en ese campo; vivir en la zona sur del conurbano bonaerense y tener una hermana que iba a estudiar en la UNQ (donde una de las carreras ofrecidas era la Tecnicatura Universitaria en Programación Informática) fueron el combo perfecto para mi decisión.

Siendo sincera, no sabía nada de computadoras y tampoco tenía muy claro qué era programar, yo sólo sabía que el resultado final era tener conocimientos sólidos para desarrollar software de calidad, y que eso significaba poder conseguir trabajo. En ese momento la carrera aún era muy nueva, éramos pocos alumnos y la relación entre nosotros y los docentes era muy cercana. 

En una de mis primeras materias cursadas conocí como docente a Carlos “Charly” Lizarralde, socio de 7Puentes. Entre los alumnos, Charly despertaba admiración por todo lo que sabía y cómo explicaba los contenidos, con paciencia y humildad, buscando ejemplos y recursos que nos ayuden a comprender. Su aporte fue clave para que empiece a creer en mí y en mi capacidad. 

Tal vez por eso, unos años después cuando supe que en la empresa que había fundado junto a sus cuatro amigos buscaban desarrolladores, me animé a postularme.

Ingresé a 7Puentes en febrero de 2013 y, a pesar de ya haber cursado algunos años de la carrera, tengo que admitir que todavía no sabía ni siquiera usar bien la consola. Mi primer día estuvo lleno de nervios, pero allí estuvieron los socios y mis nuevos compañeros (en ese momento sólo dos) para traer tranquilidad, responder dudas y enseñarme a trabajar con datos, algo que no había hecho hasta ese momento. 

Muchas cosas cambiaron desde ese momento hasta hoy.

En los comienzos de mi camino laboral me enfocaba estrictamente en realizar las tareas que me pedían, no miraba más allá. Con el tiempo comencé a mirar lo que hacía como parte de un todo y no solo como una tarea aislada. Así entendí cómo funciona el motor de extracción de datos que utilizamos y qué valor tienen esos datos para el cliente. Eso me permitió resolver problemas más complejos, plantear mejoras e interesarme más en que el producto final que entregamos al cliente tenga calidad, más allá de la cantidad.

El equipo de 7Puentes fue creciendo y mis responsabilidades, cambiando; fui acercándome a la profesional que soy hoy, algo que hace unos años no hubiese siquiera imaginado. 

Pasé por las tres oficinas que tuvo 7Puentes y vi crecer a la empresa no sólo en cantidad de gente o en espacio físico, si no también en la calidad humana y profesional de todos los que la conforman. Todo lo aprendido está ligado a las personas que forman y formaron este equipo de trabajo.

equipo e ingeniera de datos

Cuando uno es parte de una empresa donde primero te ven como persona y luego como empleado, donde la única diferencia entre saber algo y no saberlo es la oportunidad de enseñar y aprender, donde todos y cada uno contribuyen a que el ambiente laboral sea divertido y relajado, la oficina termina siendo una fiesta y un refugio, un lugar para encontrar más que compañeros y jefes. 

Si hoy me encontrase con la Tatiana de 17 años que sólo sabía utilizar redes sociales, le diría que es importante estudiar y perseverar, que las cosas llegan y que, afortunadamente, en su camino laboral se va a topar con gente que le va a enseñar a ejercer su profesión, que la va a apoyar y que va a confiar en sus capacidades. 

A cualquier persona que quiera iniciarse en el mundo de la ciencia de datos le diría que lo más importante es buscar un ambiente de trabajo y aprendizaje respetuoso y ameno, un lugar divertido donde lo vean como un todo y no sólo como una “máquina de escribir código”. 

Es ahí, en espacios de trabajo así, donde todos pueden aportar y nutrirse de los otros. Es ahí donde uno crece lo suficiente para ser el profesional que desea, es en esos lugares donde la magia sucede.

Yo soy muy afortunada de haber encontrado y ser parte de uno.

Siempre, equipo 7Puentes.